viernes, 23 de octubre de 2009

Funcionamiento de las impresoras

¿Cómo funcionan las impresoras?





En esta entrega presentamos el funcionamiento de un periférico clásico, la impresora. Ésta permite transformar los textos y gráficos electrónicos en auténticos documentos impresos.


En la actualidad, cualquier usuario de PC trabaja habitualmente en formato electrónico. Se redactan documentos mediante herramientas de proceso de texto, se crean presentaciones que se pueden mostrar directamente en la pantalla del PC, se escriben “cartas electrónicas” mediante e-mail, etc.



Sin duda, el uso innecesario del papel se ha reducido considerablemente, lo que conlleva muchos beneficios (por ejemplo, el consiguiente impacto positivo en el ámbito ecológico o la reducción de costos debido al menor gasto de papel).Sin embargo, se hace necesario el paso a versión impresa en un punto u otro de la vida de la mayoría de los documentos. La salida mediante un monitor no persiste durante años, y tampoco es transportable, mientras que la versión en papel sí que cumple con estas características.




Un periférico esencial para cualquier ordenador



El periférico capaz de transformar texto y gráficos desde su versión digital hacia su forma impresa recibe el nombre de impresora, y constituye un dispositivo esencial para cualquier usuario de PC. De hecho, mucho antes de la aparición del PC, las impresoras ya se empleaban con los ordenadores primitivos como medio principal para la presentación de resultados. Y de hecho, todo parece apuntar a que las impresoras no se abandonarán en el futuro.En este artículo presentaremos el funcionamiento básico de las impresoras y las tecnologías de impresión más aceptadas actualmente. En particular, prestaremos atención a las dos tecnologías más extendidas: las impresoras láser y las de inyección de tinta.



Tres subsistemas básicos



Para llevar a cabo el proceso de impresión, toda impresora consta de tres subsistemas básicos: hardware de control, sistema de transporte del papel y un mecanismo de impresión sobre el papel. El hardware de control se encarga de gobernar el funcionamiento de los componentes de la impresora. El mecanismo de impresión hace que los caracteres y gráficos a imprimir queden efectivamente "dibujados" sobre el papel. Suele consistir en un cabezal de impresión que se puede desplazar horizontalmente. Finalmente, el sistema de transporte desplaza el papel verticalmente, haciendo que la tinta vaya a parar, finalmente, al lugar oportuno en el papel (es decir, a la línea oportuna).



El origen de la información a imprimir suele adoptar tres formatos básicos: texto (secuencias de códigos ASCII), objetos definidos vectorialmente (es decir, matemáticamente) o bien mapas de bits o bitmaps (que definen todo elemento a imprimir como un conjunto de puntos).



En general, y al igual que ocurría con los monitores, las impresoras forman las imágenes y el texto a partir de puntos (píxeles). Las impresoras suelen estar dotadas de una memoria ROM, que almacena el mapa de bits (bitmap) correspondiente a cada carácter, e incluso una memoria RAM que permite que el PC envíe otras fuentes a la impresora.



Formación del color


En la entrega de esta serie dedicada a los monitores dijimos que el color se forma a partir de la combinación de tres colores primarios (rojo, verde y azul).

En el caso de las impresoras, los colores primarios utilizados son justamente los complementarios del sistema RGB: cián (complementario del rojo), amarillo (complementario del azul) y magenta (complementario del verde). Si estos tres colores se mezclan entre sí, el resultado debería ser el color negro. Sin embargo, ya que estos colores no son puros, se obtiene un tono “café”. Por ello, a este sistema se le añade el negro, formando el sistema denominado CYMK (C para cián, Y para amarillo, M para magenta y K para negro). En conclusión, una impresora sólo contiene cuatro tintas distintas.


A la hora de imprimir un punto, la impresora lo forma como un "superpunto", formado por un entrelazado de puntos de los distintos colores (CYMK). El ojo (por su menor resolución espacial y por la distancia al papel) tiende a realizar una combinación de los colores, haciendo que veamos el superpunto con un color determinado.



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