viernes, 23 de octubre de 2009

Máscara de sombra y rejilla de apertura

Máscara de sombra y rejilla de apertura



Tal y como hemos expuesto antes, la pantalla está formada por píxeles, y más aún, por un entrelazado de pequeños puntos, correspondientes a los tres colores primarios (RGB).


La distancia entre dos puntos adyacentes correspondientes al mismo color se denomina dot pitch, que podríamos traducir como granularidad, y constituye un parámetro muy importante e íntimamente relacionado con la resolución del monitor. A menor dot pitch, los puntos son más finos, y por tanto se alcanza una mayor resolución y calidad (ya que es posible visualizar más detalles de la imagen). Hay que recordar que la resolución del monitor es la que condiciona el resultado final: si usamos un monitor de 800 x 600 píxeles, esa será la máxima resolución obtenible, independientemente de las capacidades de la tarjeta de vídeo.

Puesto que los monitores actuales presentan elevadas resoluciones, se deduce que los puntos que forman la pantalla son extremadamente pequeños. Por tanto, se hace preciso conseguir que cada haz ilumine únicamente los puntos dedicados al color correspondiente. Esto se consigue por medio de una placa metálica perforada, que se denomina “máscara de sombra”. Las perforaciones se ajustan perfectamente a los puntos existentes en la pantalla. De esta forma, colocando cuidadosamente la máscara de sombra en la posición adecuada, los haces se dirigirán siempre hacia los puntos apropiados.


Algunos monitores consiguen lo mismo empleando lo que se denomina “rejilla de apertura”. Este tipo de máscara sustituye las perforaciones por ranuras. Por ello, las áreas iluminadas en la pantalla aparecen oblongas o en forma de tiras.


La principal ventaja de esta técnica radica en que permite que un mayor porcentaje de la radiación llegue a la pantalla (los cañones se hallan situados en un mismo plano, en línea con las ranuras), consiguiendo colores de gran pureza.

La principal desventaja es una reducida estabilidad física respecto a la máscara de sombra: las ranuras tienden a vibrar. Para eliminar este efecto, se emplean cables estabilizadores muy finos, dispuestos horizontalmente. Esta solución tiene un efecto secundario: la aparición de suaves líneas horizontales justo en la posición de los cables. Dichas líneas no se suelen apreciar a simple vista, a menos que se busquen intencionadamente (con la pantalla totalmente coloreada en blanco se detectan con mayor facilidad).


Un TRC que emplea esta técnica es el popular Trinitron de Sony, empleado en muchos monitores.

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